CIENCIA DE LA INFORMACIÓN Y CIENCIA DE LA COMUNICACIÓN: “otro
dialogo interdisciplinar
i
INFORMATION SCIENCE AND COMMUNICATION SCIENCE: “another one dialogue
interdisciplinary”
Radamés Linares Columbié ¹
¹ Doutor em Ciências da Comunicação pela
Universidade de la Habana, (CUBA).
E-mail: radames@fcom.uh.cu
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Recebido em: 20/09/2018.
Revisado em: 01/10/2018.
Aceito em: 10/10/2018.
Como citar este artigo:
LINARES COLUMBIÉ, Radamés. Ciencia de la
Información y Ciencia de la Comunicación: “otro
dialogo interdisciplinar”. Informação em Pauta,
Fortaleza, v. 3, número especial, p. 30-46, nov.
2018. DOI: https://doi.org/10.32810/2525-
3468.ip.v3iEspecial.2018.39712.30-46.
RESUMEN
Se examina la diversidad de discursos que
expresan los procesos de organización,
producción y difusión del conocimiento.
Establece los rasgos identificadores de la Ciencia
de la Información y la Ciencia de la
Comunicación. Discute las propuestas de
interdisciplinariedad que caracterizan a los
cuerpos de conocimiento que se estudian.
Precisa el carácter de los diálogos existente
entre la Ciencia de la Información y la Ciencia de
la Comunicación. Incluye referencias
bibliográficas y una propuesta de conclusiones).
Palabras-clave: Ciencia de la Información.
Ciencia de la Comunicación.
Interdisciplinariedad.
ABSTRACT
The diversity of discourses that the processes of
organization, production and diffusion of
knowledge express is examined. Establish
features identifiers of the Information Science
and Communication Science. You discuss
interdisciplinary's proposals that characterize
the bodies of knowledge that are studied. The
character needs the existent dialogues between
of the Information Science and Communication
Science. You include bibliographic references
and a proposal of findings.
Keywords: Information Science.
Communication Science. Interdisciplinary.
Inf. Pauta
Fortaleza, CE
v. 3
número especial
nov. 2018
ISSN 2525-3468
DOI: https://doi.org/10.32810/2525-3468.ip.v3iEspecial.2018.39712.30-46
ARTIGO
Linares Columbié, | Ciencia de la Información y Ciencia de la Comuniación
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Inf. Pauta, Fortaleza, CE, v. 3, número especial, nov. 2018 | ISSN 2525-3468
1 INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia, los campos de conocimiento han ido transitando,
primero, por un determinado esfuerzo por delimitar sus fronteras en relación con otras
ramas colindantes, y; segundo, por su apertura a la interacción con otros campos,
algunos más cercanos que otros.
Estos procesos instauraron formas específicas de organización y producción del
conocimiento en diversas ramas denominadas comúnmente como: disciplinas,
multidisciplinas, interdisciplinas y transdisciplinas. Los campos de la información y de la
comunicación, al igual que otros campos de conocimiento han sido caracterizados en
una u otra variante disciplinar; pese a ello, la tipificación como interdisciplina es de una
relevancia particular, no solo al interior de uno u otro espacio, sino también en las
interacciones existentes entre estos espacios.
La etiqueta “interdisciplina” tiene varias facetas, entre otras, se destacan: la
referida a la educación, donde es entendida como una forma de estructurar los
programas de estudios o currículos y otra que remite a la producción y organización del
conocimiento que se genera en uno u otro campo
Al igual que otros movimientos intelectuales, la interdisciplinariedad tiene su
historia, instituciones e ideologías. Un instante sobresaliente del quehacer
interdisciplinar se ubica después de la 2da posguerra mundial, donde la expresión
ideológica más notable lo fue la célebre “revolución de mayo de 1968”, movimiento
político y social que impugno el modelo disciplinar vigente en las universidades
francesas y postulo otras variantes para la transmisión y organización de los saberes.
En rigor, uno de los factores impulsores del nacimiento del movimiento
interdisciplinar gira en torno a lo que se denomina usualmente como la “crisis de las
disciplinas”, estas últimas como variantes organizativa y productora de conocimientos
tuvieron en el siglo XIX su máximo esplendor y agotamiento; generando una
contradicción para el desarrollo del conocimiento científico y su necesidad de
crecimiento, haciéndose evidente la necesidad de síntesis, con su consiguiente
interacción e integración como formas necesaria para asumir la complejidad de la
realidade.
De otra parte, el propio desarrollo del quehacer interdisciplinar impulso su
institucionalización con el empuje que recibió de parte de instituciones como la UNESCO
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(Organización de Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura) y la OCDE
(Organización para la cooperación y el desarrollo); así como con el surgimiento de
programas interdisciplinares en varias universidades del mundo.
Por último, es observable que los procesos de construcción e identificación de la
Ciencia de la Información y la Ciencia de la Comunicación como campos de
conocimientos están especialmente insertados en las dinámicas, antes mencionadas. En
consecuencia, este texto, busca examinar los elementos más notables que permiten
delimitar el carácter de las relaciones e interacciones existentes entre la Ciencia de la
Información y la Ciencia de la Comunicación.
2 LOS CAMPOS DE CONOCIMIENTOS
El conocimiento académico ha organizado y estructurado su producción de
conocimientos a lo largo del tiempo a través de las denominadas: Disciplinas,
Multidisciplinas, Interdisciplinas y Transdisciplinas.
El termino disciplina tiene más de un significado, tanto en el lenguaje común
como en el académico. Comúnmente se entiende como una regla de conducta que un
individuo se impone o las circunstancias le exigen; en el universo académico se asume
como un dominio particular de conocimiento –entendida como disciplina científica
(rama del conocimiento) o disciplina escolar (componente curricular).
Los orígenes de las disciplinas son bastante lejanos. El siglo XIX se considera
significativo en la historia de las disciplinas; es la época de un sustantivo auge de las
ciencias naturales y del surgimiento de las ciencias sociales. Desde ese momento, la
particularización y segmentación del conocimiento se establece como el procedimiento
organizativo del saber, el cual permite la obtención de conocimientos particulares. Así,
se comienza a entender que una disciplina es un segmento de conocimiento, del
conjunto de conocimientos de la humanidad, convertido en singular, particular, distinto.
Fragmentar, parcelar el examen de la realidad es el rasgo que por excelencia distingue a
las disciplinas. Además, en ellas habría que incluir a una comunidad, una determinada
práctica, una tradición, un conjunto particular de valores y creencias, un dominio, una
modalidad de investigación y una estructura conceptual.
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La explosión disciplinaria – que es la tónica del conocimiento científico en los
siglos XIX y XX- es expresión de las plataformas y concepciones propias de la
modernidad, particularmente, concepciones filosóficas como: el racionalismo, el
empirismo y el positivismo. La perspectiva analítica de la realidad es uno de los soportes
del pensamiento racionalista, y uno de los fundamentos de la propuesta disciplinar y su
fragmentación y parcelación de los diversos dominios de la realidad; algo similar ocurre
con el positivismo y su propuesta objetivista, por esto cada disciplina se ocupaba sólo de
su "objeto" sin contaminarse, o contaminar a los demás (POMBO, 2005).
La segunda mitad del siglo XX inicia un proceso de cambios en todos los terrenos,
que va a tener también su manifestación en los espacios centrados en la organización y
producción de conocimientos en todos los saberes. Son estos los tiempos en que se
gestan y se desarrollan las impugnaciones al denominado proyecto de la modernidad;
que tiene al cuestionamiento al modelo de ciencia impulsado por la modernidad como
una de las expresiones criticas ante esa visión.
“Fronteras”, “limites”, “autonomía”: rasgos típicos del esquema disciplinar,
comienzan a mostrar su incapacidad para responder a problemas y circunstancias de
una época nueva. Algo similar sucede con los basamentos teorico-filosoficos de la opción
disciplinar: se desmoronan las visiones absolutas de los grandes sistemas filosóficos, se
está en tiempos de rechazo a esas posiciones.
Las opciones disciplinares “multi, inter y trans” emergen en este nuevo entorno
como expresión de una época nueva:
[...] Debe reconocerse que, por detrás de esas cuatro palabras multi, pluri, inter
y transdisciplinariedad, hay una misma raíz – la palabra disciplina. Ella está
siempre presente en cada una de ellas. Lo que nos permite concluir que todas
ellas tratan de cualquier cosa que tiene que ver con las disciplinas. Disciplinas
que pretenden unirse, multi, pluri, la idea es la misma, unir muchas, poner unas
al lado de las otras. O entonces, articularlas, ponerlas inter, en interrelación,
establecer entre ellas una acción recíproca. El sufijo trans supone un ir más allá,
sobrepasar aquello que es propio de las disciplinas […] (POMBO, 2005, p. 3).
En consecuencia, se afirma que, la Multidisciplinariedad es la visión menos
controversial de la triada mencionada. Hay cierto consenso entre los expertos en
considerar que esta perspectiva implica convocar a varias disciplinas, cada una de ellas
con su cuerpo teórico y metodológico específico, para abordar un objeto de estudio
compartido. En esta modalidad de vínculo, las disciplinas que participan no se
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modifican, ni se enriquecen al hacerlo, ya que no se producen cambios en sus esquemas
conceptuales y prácticos.
De otra parte, la Interdisciplinariedad, como segundo nivel de integración
disciplinar tiene un rasgo característico la diversidad de aproximaciones al significado
de esta práctica y concepción; en líneas generales se tiende a considerarla con una
peculiaridad: como resultado de la cooperación entre disciplinas y sus interacciones
(esta puede ir desde una simple comunicación de ideas hasta la mutua integración de
conceptos, metodología, procedimientos, epistemología, terminología, datos y la
organización de investigación y docencia en un campo suficientemente amplio); es decir,
reciprocidad en los intercambios y, por consiguiente, un enriquecimiento mutuo.
La tónica de los estudios interdisciplinarios busca el desarrollo de actividades
que se realizan con la cooperación e intercambio de varias disciplinas. Cada disciplina
pone a disposición de las otras sus esquemas conceptuales, sometiéndolos a la
asimilación y reformulación de los mismos, de los que resulta una integración diferente
por esa reciprocidad en el intercambio. Es así, que:
[...] or interdisciplinariedad, deberá entonces entenderse cualquier forma de
combinación entre dos o más disciplinas con vista a la comprensión de un
objeto a partir de la confluencia de puntos de vista diferentes y teniendo como
objetivo final la elaboración de una síntesis relativa al objeto común [...]
(POMBO, 1994, p. 71).
Por último, es posible afirmar que la concepción transdisciplinar es expresión de
una coyuntura epocal que se expresa en: complejidad de los problemas que surgen en el
campo académico y fuera de él; excesiva especialización del saber; percepción de la
existencia de múltiples verdades.
La transdisciplinariedad es una etapa superior y posterior a la
interdisciplinariedad que no se limita a las interacciones o reciprocidad entre las
disciplinas, sino que ubica esas relaciones o vínculos en el interior de un sistema total,
sin fronteras establecidas entre las disciplinas. Con otras palabras, el enfoque
transdisciplinar es la tendencia de crear puentes entre las disciplinas, un terreno común
de intercambio, dialogo e integración, donde los fenómenos pueden ser asumidos desde
perspectivas diferentes al mismo tiempo, generando una comprensión holística de ese
fenómeno que no es posible enmarcar en ninguna disciplina.
Los estudios sistemáticos e institucionalizados de la información y la
comunicación nacen y se desarrollan en la particular coyuntura de la segunda mitad del
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siglo XX y, en consecuencia, permeados de las nuevas formas en que se organiza la
producción, organización y difusión del conocimiento, por lo cual, sus tipificaciones se
adentran en el movimiento disciplinar descrito.
3 LA CIENCIA DE LA INFORMACIÓN Y SU INTENCIÓN INTERDISCIPLINAR
Se afirma que “[...] Aparentemente, no existe una concepción uniforme de la Ciencia
de la Información. El campo parece seguir diferentes enfoques y tradiciones [...]. No
obstante, todos se representan por el mismo nombre, Ciencia de la Información.” (ZINS,
2007, p. 341). Este autor, también anota que circulan alrededor de decenas de
explicaciones y definiciones diferentes de Ciencia de la Información, según un estudio de
expertos realizado en esos años.
Esa pluralidad de explicaciones y definiciones de la Ciencia de la Información es
posible agruparlas, entre otras, en varias direcciones:
- Algunos entienden que el enunciado Ciencia de la Información equivale a las
denominadas actualmente Ciencias de la Información y/o Estudios de la
Información (espacio que agruparía a la Bibliotecología, la Archivística y la
Ciencia de la Información anglosajona);
- Otros consideran que la Ciencia de la Información tiene solo que ver con los
algoritmos y las tecnologías de la información y comunicación;
- También se postula que la Ciencia de la Información equivale a la
Documentación;
- Al igual que, se concibe a la Ciencia de la Información como un cuerpo de
conocimiento autónomo vinculados fuertemente con otras materias informativas.
En este texto se asume que la Ciencia de la Información es un conjunto de
conocimientos enmarcado en el campo de las Ciencias Sociales centrado en la
producción, organización y uso de la información bajo las condiciones tecnológicas
surgidas desde la 2da mitad del siglo XX y fuertemente asociada a otros campos de
conocimientos informacionales, tales como: Bibliotecología, Archivística y
Documentación.
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La Ciencia de Ia Información en su proceso de fundación y continuidad ha
buscado legitimarse como un cuerpo de conocimiento desde múltiples aristas y
perspectivas. Uno de sus rasgos notables, desde sus años fundacionales, fue su
propuesta de caracterizarse como ciencia interdisciplinaria. Este autocaracterizacion de
este campo de estudios está ampliamente discutida en la obra de múltiples expertos,
entre otros: Borko (1968); Mikhailov, Chernyi Y Gilyarevskyi (1969); Saracevic (1992,
1996); Le Coadic (1996); Pinheiro (1999; 2006); Gonzalez De Gómez (2001); Smit;
Tálamo; Kobashi (2004); Guzmán Gómez (2005).
La instalación de la Ciencia de la Información como campo de conocimiento es
una de las expresiones de los cambios informativos ocurridos durante la 2da posguerra
mundial, generando situaciones informacionales que son, a su vez, el resultado de
eventos ocurridos en todas las dimensiones de la sociedade.
El registro formal de la Ciencia de la Información fue expresada por Harold Borko
(1922-2012) en 1968, donde expresa las concepciones esenciales de los padres
fundadores de este campo
ii
, así nos dice que la nueva materia “[...] investiga las
propiedades y comportamiento de la información, las fuerzas que rigen su flujo y los
medios de procesarla para su óptima accesibilidad y aprovechamiento[...]”. (BORKO,
1968, p. 2).
En el mismo texto caracteriza a la Ciencia de la Información como una “[...] ciencia
interdisciplinaria derivada o que está relacionada con la Matemática, Lógica, Lingüística,
Sicología, Tecnología de la computación, Investigación operacional, Artes gráficas,
Comunicación y la Bibliotecología [...]”. (BORKO, 1968, p. 3).
Esta primera caracterización de esta área de estúdios:
[...] no tuvo consecuencias epistemológicas importantes para la Ciencia de la
Información en estos primeros años. Tal característica fue utilizada, sobre todo,
para justificar la actuación en el campo, de personas provenientes de las más
variadas disciplinas científicas… Estudios más rigurosos sobre la idea de
interdisciplinariedad (de la necesaria existencia de un proceso teórico y
conceptual de “a dos manos” entre las disciplinas involucradas) comenzaron a
diagnosticar inexistencia de prácticas interdisciplinares entre la Ciencia de la
Información y las demás ciencias, en la medida en que la Ciencia de la
Información “tomaba en préstamo” conceptos y métodos de otros campos, sin
hacerse notar por esta [...] (ARAÚJO, 2014, p. 14).
La identificación interdisciplinaria de la Ciencia de la Información es una de las
constantes de esta área. Uno de los autores que, en los finales del siglo XX, se ha detenido
en examinar este tópico con más atención, es Tefko Saracevic (1930), considerado uno
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de los pensadores fundamentales de este campo de estudios y se propone en dos
artículos publicados en los años 1996 y 1999 fijar su posición ante el tema de la
interdisciplinariedad de la Ciencia de la Información.
Saracevic, propone que “[…] la Ciencia de la Información trata los problemas de la
efectiva comunicación de conocimiento y registros de conocimiento entre seres
humanos en el contexto de usos y necesidades sociales, individuales e institucionales, de
información”. (SARACEVIC, 1999, p. 35). De otra parte, este autor anota:
[...] Me concentrare en las relaciones interdisciplinares con dos disciplinas: la
Bibliotecología y la Ciencia de la Computación. Obviamente otros campos,
notablemente la Ciencia Cognitiva y la Comunicación poseen relaciones
disciplinares con la Ciencia de la Información, pero las mencionadas son las
más significativas y desarrolladas. (SARACEVIC, 1999, p. 35).
Las consideraciones de Harold Borko y Tefko Saracevic más allá de sus cercanías
y distancias, subrayan la presencia de la Comunicación como una de las materias de
relación disciplinar, coincidencia significativa de acuerdo con los propósitos de este
texto. Si bien, más adelante, se volverá sobre este particular; los autores mencionados
ofrecen una argumentación no precisamente amplia sobre este asunto.
4 LA CIENCIA DE LA COMUNICACIÓN Y EL ESCENARIO INTERDISCIPLINAR
Comunicación, Ciencia de la Comunicación, Comunicación Social y Comunicología
son algunas de las denominaciones que en uno u otro momento ha recibido esta área de
estudios, términos que traducen concepciones diversas en torno al carácter y propósitos
de este espacio. Escapa a los objetivos de estas líneas examinar esta problemática y en
consecuencia, a los efectos de estas consideraciones será Ciencia de la Comunicación la
expresión que resumirá las características, historia y objetivos de este campo de
conocimiento.
Los estudios sobre la Comunicación tiene una larga historia que se remonta a la
antigüedad clásica y tienen al filósofo griego Aristóteles como uno de los primeros que
identifica y reflexiona sobre este fenómeno al realizar sus estudios sobre retórica, donde
esboza las primeras consideraciones en torno al fenómeno de la comunicación. Este
acontecimiento es, sin dudas, uno de los antecedentes de la hoy llamada Ciencia de la
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Comunicación, cuya constitución formal como dominio de conocimiento es un evento
que se enmarca en la 2da mitad del siglo XX y es, al igual, que la Ciencia de la
Información otro de los nuevos saberes que surgen posterior a la última guerra mundial
y que su aparición fue una de las expresiones de los cambios informacionales y
comunicacionales que se producen en esos años (CAMARA, 2011).
La comunicación, es un término polisémico que ha dado lugar a múltiples
definiciones, pero que el sentido común del campo académico asume como objeto de
estudio de este campo de estudios y que en sus años iniciales se centraba
exclusivamente en el universo de los medios de difusión masiva y que en nuestro tiempo
va más allá de estos últimos.
Se afirma, que:
En la constitución de cualquier dominio de conocimiento, la definición de su
objeto de estudios es fundacional; es en torno a un objeto propio, distinto que
un nuevo dominio de conocimiento se constituye…. en líneas generales,
podemos identificar dos objetos: los medios de comunicación y el proceso
comunicativo. (FRANÇA, 2000).
Esta afirmación revela que es sustantivo no restringir el objeto de la Ciencia de la
Comunicación al campo mediático, ya que al hacerlo se apartan las diversas practicas
comunicativas que conforman la vida en sociedad y que no están necesariamente
marcadas por las llamadas mediaciones tecnológicas. Por ello, se anota que:
[...] desde los inicios de los estudios sobre comunicación, diferentes autores han
coincidido en que su objeto son los medios de difusión, relegando a un segundo
plano otras formas de comunicación, como lo son: la comunicación
interpersonal y cultural. Con la llegada de los medios de comunicación social (el
cine, la radio, la televisión y la prensa) y las relaciones de poderes que se
gestaban entorno a estos, provocaron que en lugar de partir de las relaciones
humanas, fueran la técnica, la ingeniería y la electrónica y las poderosas
empresas propietarias de los medios quienes impusieran la forma de concebir
la comunicación [...]. (SALADRIGAS, 2006).
Cualquier examen de la trayectoria de la Ciencia de la Comunicación pone de
manifiesto el carácter fundamentalmente social de esta disciplina, puesto que desde sus
inicios, ha sido la sociología la que ha jugado un papel primordial en el abordaje de los
fenómenos comunicativos. Es precisamente, este hecho y las características de su objeto
de estudio lo que permite tipificar inequívocamente a este campo como perteneciente a
las Ciencias Sociales y es por ello que las principales influencias que se observan en las
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teorizaciones comunicacionales provienen de corrientes principalmente sociológicas,
tales como el funcionalismo, estructuralismo o la teoría crítica, entre otras.
Las características del objeto de estudio de la Ciencia de la Comunicación
conducen inexorablemente a que en su estudio converjan las más diversas áreas de
conocimiento y es por ello, inobjetable el carácter interdisciplinar de este dominio de
conocimiento. En síntesis, es explicar el fenómeno comunicativo a partir de varias
disciplinas conexas entre sí y con relaciones definidas, a fin de que sus actividades no se
produzcan en forma aislada, dispersa y fraccionada. Esta caracterización como
interdisciplinaria ha sido tratada y debatida por diversos autores de este campo.
5 LOS DIÁLOGOS ENTRE LA CIENCIA DE LA INFORMACIÓN Y LA CIENCIA DE LA
COMUNICACIÓN
Cualquier aproximación al examen de las proximidades entre campos de
conocimiento, con relativa autonomía, es un proceso estrechamente vinculado a las
características de las áreas de conocimiento en cuestión. La sistematización e
institucionalización de los estudios de la información y la comunicación se han
caracterizado, entre otros aspectos, por definir: objetos de estudio, identificación
disciplinaria, concepciones teóricas subyacentes, construcción histórica. Por tanto, la
búsqueda de relaciones entre estos espacios se hace posible desde esas y otras
dimensiones.
Pese al debate existente sobre el fenómeno de la interdisciplinariedad y su
alcance, hay consenso entre los expertos en enfatizar que un rasgo distintivo de la
misma: es la imprescindible interacción e intercambio de conceptos, teorías, prácticas y
metodologías entre los campos de conocimiento. No obstante, el desarrollo histórico de
la Ciencia de la Información y de la Ciencia de la Comunicación muestra que:
[...] El fenómeno de la importación terminológica, muy frecuente en Ciencia de
la Información, devela un área que mantiene interfaces bastante próximas con
diversas áreas de conocimiento, pero también permite reflexionar sobre las
razones de ausencia de “exportaciones” de términos de la Ciencia de la
Información para otras áreas… La elevada proporción de “nociones prestadas”
es reveladora, de una interdisciplinariedad formal, que no refleja una
interdisciplinariedad real, sino un préstamo de términos de otras áreas [...]
(SMIT; TÁLAMO; KOBASHI, 2004).
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Esta atinada observación de los autores citados, nos coloca ante la necesaria
cautela que debe tenerse en torno a las relaciones interdisciplinares entre la Ciencia de
la información y la Ciencia de la Comunicación.
En esa misma línea de pensamiento, se debe anotar que son múltiples las
afirmaciones de diversos autores, ya citados, de la Ciencia de la Información que
contemplan a la Comunicación o a la Ciencia de la Comunicación como una de las áreas
con la que se relaciona. Pero, también es notable la ausencia de autores desde la Ciencia
de la Comunicación que hagan la misma consideración; en resumen, la invisibilidad de la
Ciencia de la Información para la Ciencia de la Comunicación es un hecho tangible. Por
todo ello, las consideraciones que siguen serán, inicialmente, una delimitación o
detección de los lugares de encuentro de los cuerpos de conocimientos que se examinan.
En consecuencia, será:
Desde la Historia
El cambio epocal que se gesta y desarrolla posterior a la 2da guerra mundial se
materializa en múltiples dimensiones de la sociedad, la cultura, la política, la economía,
la ciencia y la tecnología; este nuevo tiempo histórico va a generar cambios
informacionales y comunicacionales que pueden calificarse como excepcionales. Son
estos los tiempos de los crecimientos exponenciales de la información, de la aparición de
las tecnologías computacionales, de la explosión mediática, entre otros; y serán estas
algunas de las condicionantes que explican la creación formal y casi simultánea de la
Ciencia de la Información y la Ciencia de la Comunicación en esa coyuntura. Con otras
palabras, ambos espacios de conocimiento se formalizan e institucionalizan producto de
las mismas circunstancias históricas y creándose, entre ellos, una especie de cercanía
fundacional.
Desde el objeto de estudio
La Ciencia de la Información y la Ciencia de la Comunicación, en líneas generales,
son comúnmente identificadas como áreas de estudio que tienen, en un caso a la
información como objeto de estudio y en otro, a la comunicación como objeto de estudio.
La delimitación de la información y la comunicación como objetos de estos espacios, es
también una muestra de las proximidades registrables. Se afirma, que:
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Información y ser humano son dos realidades inseparables que no pueden
existir la una sin la otra. Por un lado, decir “información” implica reconocer un
ser humano que la creó; y por otro lado, el estar frente a un ser humano
presupone la existencia de informaciones gracias a las cuales se forma, se
comunica y vive en sociedad [...]. (RENDÓN, 2017, p. 293).
Esto evidencia que el nexo existente entre Ciencia de la Información y Ciencia de
la Comunicación parte, sustancialmente, del objeto información, siendo esto el eje
central que las acerca.
Desde la caracterización
La caracterización más notable recibida por la Ciencia de la Información y la
Ciencia de la Comunicación es la de ser interdisciplinarias. En otro momento, de este
texto se han anotado algunas consideraciones sobre este particular. No obstante, es
importante subrayar que pese los debates que existen sobre este aspecto en uno y otro
terreno, la interdisciplinariedad como componente intrínseco a estas áreas de estudio
no parecen tener dudas; pese al limitado o inconcluso carácter que puede tener en estas
materias. La interdisciplinariedad, es un punto común entre la Ciencia de la Información
y la Ciencia de la Comunicación. Ellas han necesitado dialogar con otros dominios de
conocimiento con el fin de elaborar sus teorías, metodologías y prácticas. Ello no excluye
la no siempre explicitada relación interdisciplinaria entre la Ciencia de la Información y
la Ciencia de la Comunicación.
Desde las teorías
Las trayectorias epistemológicas de la Ciencia de la Información y de la Ciencia de
la Comunicación son también lugares de encuentro entre estos campos. Una de las más
relevantes coincidencias está referida a los basamentos teóricos de estos espacios en
uno u otro momento de sus desarrollos. Estas áreas de estudio utilizaron como
fundamento inicial de su armazón teórica, la denominada Teoría Matemática de la
Comunicación de C. Shanon y W. Weaver y se expresaron en uno y otro terreno como:
“paradigma físico” y “paradigma informacional”.
La Ciencia de la Información bajo la impronta del Paradigma Físico se explicita en
que la elaboración de sus conceptos, teorías asumidas y prácticas postuladas traducen la
sustancia de ese enfoque paradigmático. El rasgo identificador de este paradigma no es
otro que la creencia en la posibilidad de un conocimiento objetivo y verdadero, en tanto
se pretendía crear un tipo de ciencia acorde con los postulados de la modernidad y sus
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criterios de cientificidad. Por ello, se asume que el criterio distintivo de este paradigma
no es otro que la objetividad. Por lo tanto la Ciencia de la Información, estructurada
desde las posiciones de la objetividad, se apoya en la creencia de que su basamento
teórico era la Teoría Matemática de la Comunicación de C. Shannon y W. Weaver. Ese
intento de sustentación teórica fue infructuoso; ante todo por lo inadecuado de la
concepción teórica elegida a las realidades del campo informacional (LINARES, 2005).
La Ciencia de la Comunicación, por su parte, desde el denominado paradigma
informacional sustentado en el modelo desarrollado por Claude Shannon y Warren
Weaver dentro de la denominada teoría matemática de la comunicación o teoría de la
información, sería el más representativo de esta tendencia, que trascendió la influencia
original del esquema para convertirse en un paradigma dominante durante muchos
años. Es una de las primeras sistematizaciones del proceso comunicativo a partir de una
perspectiva puramente técnica, cuantitativa. Desde esta mirada la comunicación es
entendida como un proceso de transmisión de un mensaje por una fuente de
información, a través de un canal, para un destinatario. Calificado por los estudiosos de
la Ciencia de la Comunicación como una concepción simplista y reductora de los
procesos comunicacionales (ALONSO; SALADRIGAS, 2006).
Las anotaciones anteriores apuntan esencialmente a la especie de sintonía-
convergencia que existe entre estas áreas de estudio en las dimensiones expuestas, pero
estas cercanías no necesariamente indican la existencia de una relación
interdisciplinaria, tal y como estas deben ser entendidas.
No obstante, es posible registrar determinadas experiencias interdisciplinarias
entre estos espacios. Uno de los proyectos postulado por sus creadores como
interdisciplinar, es el establecimiento en Francia desde mediados de los años 70 del siglo
pasado de la denominada “Ciencias de la Información y la Comunicación”. Se enuncia
que:
[...] ¿Cómo puede preverse un estudio de la información que excluya el
fenómeno de la comunicación que lo acompaña? ¿Cómo puede estudiarse el
contenido de un mensaje sin considerar a los que lo crearon, a los que lo
transformaron y a los que lo usan? Tales acciones, son actividades de
comunicación. (IBEKWE-SANJUAN, 2012).
Estas interrogantes están en los fundamentos de esta intención interdisciplinar;
sola que su materialización ha sido notablemente dificultosa.
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La institucionalización de la denominada “Ciencias de la Información y la
Comunicación” plasmada en la creación de organizaciones gremiales y programas de
formación, surgió y se ha desarrollado con un marcado desbalance entre las áreas de la
información y la comunicación, donde esta última es la tónica distintiva y dominante en
el campo creado; la denominación de interdisciplinaria que califica este espacio,
mantiene la unilateralidad que hemos descrito en otros momentos. Resumiendo: “En
rigor, no se encuentra en la paleta de disciplinas que conforman a las Ciencias de la
Información y la Comunicación, una Ciencia de la Información bien delimitada como
campo científico propio.” (SILVA, 2009, p. 16).
Por último, en décadas recientes en el escenario académico se registra con
relativa frecuencia la presencia de un término, infomunicación, como expresión de un
“nuevo” fenómeno que pretende marcar la interacción existente entre la información y
la comunicación.
Desde la Ciencia de la Información han surgido posturas que proponen un
análisis de los conceptos operativos de información y comunicación, a partir de los
cuales se propone una plataforma conceptual que apuesta por el entendimiento de estas
categorías en una óptica complementaria y arraigada a orientaciones socioculturales.
Uno de los autores más notables en este sentido, es el investigador y profesor portugués
Armando Malheiro da Silva, que sostiene que la información y la comunicación
representan:
[…] dos conceptos operativos que sirven para designar y comprender un
fenómeno humano y social, que consiste en la capacidad innata y adquirida de
dar forma (ideas, sensaciones, emociones, etc.) y de interactuar con los otros o
de poner en común aquello a lo que se da forma [...]. (SILVA, 2009, p. 30).
Este autor, consecuente con esta realidad propone que la Ciencia de la
Información tiene una marcada relación interdisciplinaria con la Ciencia de la
Comunicación, cuya expresión más significativa es que el objeto de este campo no es
otro que el fenómeno infocomunicacional, entendido como proceso que relaciona a la
información con la comunicación (SILVA, 2009).
La infomunicación ha sido abordada por otros autores, así, se afirma que:
[...] Las áreas de la Ciencia de la Información, Comunicación y Ciencias de la
Computación pueden ser caracterizadas como un triángulo disciplinar
altamente dependiente del nuevo orden tecnocultural, tendiendo a generar la
formación de una disciplina con características transdisciplinares, como
infocomunicacional [...] (PINHEIRO, 2005, p. 40).
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Otros, consideran que el actual ambiente digital es el estado “ideal” del fenómeno
infocomunicacional, ante la ineludible simultaneidad de la existencia, circulación y
transferencia de información y comunicación (PASSARELLI, 2014).
6 CONCLUSIONES
La Ciencia de la Información y la Ciencia de la Comunicación en sus procesos de
fundación y continuidad han buscado legitimarse como cuerpos de conocimiento, donde
su caracterización como interdisciplinarias ha sido una nota distintiva. La teoría y
práctica interdisciplinaria es uno de los elementos distintivos del quehacer intelectual
de nuestro tiempo. Los estudios informacionales y comunicacionales tienen que ser por
las peculiaridades de sus objetos y temáticas necesariamente interdisciplinares. Pero,
las autodefiniciones interdisciplinarias que postulan ambos campos han estado carentes
de la dimensión dialógica propia de estos processos.
Las relaciones interdisciplinarias existentes entre la Ciencia de la Información y
la Ciencia de la Comunicación, pese a especificas convergencias históricas, teóricas y
prácticas entre estos campos han adolecido de una autentica interdisciplinariedad; esta
restricción no ha impedido que desde la Ciencia de la Información se hayan producido
diversas importaciones teóricas, conceptuales y practicas provenientes de la Ciencia de
la Comunicación, desde esta última esto ha sido bastante limitado.
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NOTAS
i
A revisão ortográfica, gramatical e em Língua Vernácula é de responsabilidade do autor.
ii
La primera definición de Ciencia de la Información le cupo a Robert Taylor, en tres variantes, publicadas en 1963 y 1966. Harold
Borko, sintetiza las variantes de Taylor en un artículo publicado en 1968 y considerado con justeza como un clásico, Information
Science, what is it?
